“Si llegamos a descubrir una teoría completa, sería el triunfo definitivo de la razón humana porque entonces conoceríamos la mente de Dios”
”La observación en 1992 de un planeta que giraba en órbita en torno a una estrella distinta de nuestro Sol, hace que las coincidencias de las condiciones planetarias de nuestro sistema -la feliz combinación de distancia Tierra-Sol y masa solar- sean mucho menos singulares y no tan determinantes como prueba de que la Tierra fue cuidadosamente diseñada (por Dios) para solaz de los humanos”
Estas, entre otras, fueron las justificaciones que Stephen Hawking alegó, en su último libro ‘The Grand Design’ (’El Gran Diseño’) publicado el 9 de septiembre, a favor de la inexistencia de Dios. A pesar de haber afirmado anteriormente en su libro (‘Historia Breve del Tiempo’) que no existía incompatibilidad entre la existencia de Dios y la comprensión científica del universo, ahora Hawking llega a la conclusión de que si es incompatible. En esta obra ,escrita junto al físico estadounidense Leonard Mlodinow, rechazan la hipótesis de Isaac Newton. “El Universo no puede haber surgido del caos gracias sólo a las leyes de la naturaleza sino que tuvo que haber intervenido Dios en su creación”. La relación entre ciencia y religión siempre ha sido interesante y polémica, mas ahora Hawking ha reabierto la polémica con su nueva hipótesis.
Para Hawking, la teoría M no es una teoría, sino una familia de teorías, que muestran desde diferentes prismas la misma realidad, destacando diferentes aspectos, pero coincidiendo en el fondo. La teoría M predice que un gran número de universos han sido creados a partir de la nada, una creación que no requiere ningún ser sobrenatural o Dios. Estos múltiples universos surgen de forma natural a partir de las leyes físicas, son una predicción científica. Solo algunos universos permiten la existencia de la vida. Solo algunas historias en cada universo permiten la existencia de los seres humanos. El principio antrópico nos hace, en cierto sentido, creadores del universo.
En cambio, muchos de los participantes en discusiones de la Templeton Foundation suponen que ciencia y religión son compatibles. Argumentan que no hay contradicción entre ellas. Algunos sostienen que la ciencia confirma los principios básicos de su fé religiosa, como lo es El Big Bang, la teoría de que el universo se crea a partir de la nada que fue propuesta por el sacerdote belga, Georges Lemaitre.
Andrea Barreiro López
Natalia Saavedra Miranda